En este punto del cruce, decido continuar, pero a pie, ya que mis piernas están prácticamente al límite del esfuerzo y mi corazón a mas revoluciones que un disco de los antiguos. Realmente me sobran unos cuantos kilos y me faltan muchas horas de rodaje para subir sin bajar de la montura. Aun subiendo a pie, hay puntos del recorrido que hasta dudo que puedan subirse en BTT, hasta que me empiezan a adelantar unas cuantas de éstas. En la cima, hablando con ellos, les pregunto si bajan por el mismo sitio (acojona la pendiente) y tan anchos me dicen que no, que ellos bajan por un sendero de la montaña que ni andando sé si me atrevería.
Las vistas desde lo más alto, son realmente impresionantes.
En esta foto se aprecia la "subidita" que hay para llegar al Puig Madrona |
Después de una pausa de 20-25 minutos en la cima (341 metros) pongo rumbo hacia casa, que tengo reserva para cenar y no es plan de faltar a tan importante evento. El descenso en BTT es tenso, ya que la bicicleta tiende a coger una velocidad elevada por la relación peso-pendiente. Creo que es la primera vez que tengo que utilizar ambos frenos al mismo tiempo.
También es la primera ocasión en que entiendo el significado de la palabra "pájara" que utilizan en este deporte. La vuelta tampoco es que tenga pendientes muy elevadas, pero en cambio me cuesta horrores completarlas.
En fin. Creo que no volveré a intentar la subida (al menos en BTT) hasta dentro de mucho, mucho tiempo. Las sensaciones que he tenido han sido las peores de las últimas salidas. Seguiré con mis salidas sencillas.
Mostra 16-07-12 en un mapa més gran
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